Nos ha pasado a todos. Hacemos una compra online y al abrir la caja encontramos un producto empaquetado con el embalaje dañado. Como todos sabemos, la condición del paquete es muy importante con artículos coleccionables. Hace una diferencia en la exhibición, la estética visual y el valor económico/personal de cualquier producto.

A menudo los mismos comercios tienden a ignorar la importancia del control de calidad. Y el respeto por el embalaje del producto es esencial en el coleccionismo. Desde que el producto es fabricado hasta que llega a una tienda ya existen una gran red de estancias temporales para estos valiosos objetos que están almacenados en cajas.

El trayecto de un producto

Inicialmente, un producto es fabricado en algún lugar remoto (digamos Asia por ejemplo) para ser enviado a su fabricante (dueño todopoderoso de las licencias); el mismo embalaje será enviado a grandes almacenes continentales de dichas marcas donde sera alojado en algún lugar agrupado junto a otras muchas cajas y, a continuación, será conducido a mayoristas; dichos mayoristas posteriormente venderán a minoristas y comercios que se encargarán de su venta a un particular ansioso por tenerlo cuidadosamente en el interior de su vitrina. A la espera de su propietario, quedan expuestos en tienda, al alcance de todas las manos indiscretas.

A pesar del estigma de las tiendas online, puede resultar más alentador un producto almacenado adecuadamente que un producto manipulado constantemente por la clientela en un espacio físico sin seguridad ni prevención de manos repletas de suciedad o cuidadosismo.

En todo ese proceso de ubicación de producto es imaginable que cualquier suceso temido por un coleccionista pueda ocurrir y de ahí la estigmatización de las compras online. Más aún si se trata de un producto descatalogado. La situación de temor para el coleccionista puede agravarse si en ese proceso se incluye un ultimo destino: desde la tienda al domicilio de su futuro propietario.

Condición del embalaje original

Todo almacén y sistema de envío se ha de construir alrededor de la idea de que un coleccionista debe ser capaz de elegir la condición de su producto y recibirlo en esa condición cuando abre su paquete. La información es esencial y genera la confianza entre comercio y cliente final. En todo envío debemos tomar constancia del estado original del embalaje y en caso de detectar algún signo no detectado en la recepción o clasificación avisar a su comprador antes de realizar el envío con una propuesta adaptada a las circunstancias.

Cuando un producto entra, es el primer momento de inspeccionar los golpes minuciosamente. Los productos originalmente tienen diferentes clasificaciones. La mayoría de productos que no vienen directamente de manufactura suelen tener un grado estándar (incluso directamente de fabricante pueden suceder golpes muy leves en algunos productos).

Un producto de grado estándar significa que pueden tener problemas menores como raspaduras, roces, golpes o pliegues. Éstos no quitan la apariencia general del empaquetado y son convenientes para abrirse o para exhibir en su paquete original sin mayores problemas. Sus signos son leves o incluso dependen de una lupa para apreciarse. El grado estándar, sin embargo, puede no satisfacer las necesidades del coleccionista.

Por ello, muchas tiendas especializadas trabajan con el grado de coleccionista, y en caso de detectar alguna anomalía leve se debe avisar antes del envío. Al trabajar con un volumen elevado de modelos, se recomienda optar siempre por escoger los modelos que presentan perfectas condiciones para envíos y el almacenamiento local de las unidades con otras condiciones leves u ofertas específicas conforme a su situación (que debe ser especificada).

Para asegurar el control de calidad, cada artículo es inspeccionado, clasificado y verificado antes de ser aceptado y enviado. A continuación, cada artículo se envuelve para evitar cualquier futuro rasguño o arañazo y se coloca en una caja hecha a medida que se dimensiona para adaptarse al producto. Esta caja es sellada, etiquetada y cuidadosamente almacenada en el lugar de venta antes del envío.

Los productos de grado inferior son artículos con un desgaste considerable del envase original. No suelen ser adecuados para mostrar en su embalaje, pero son perfectos para utilizarse si no se considera la conservación del empaquetado completamente. Éstos productos deben aparecer siempre alertando de su estado para asegurar que el comprador conoce la situación original del producto.

Finalmente, los elementos de grado dañado se encuentran un paso por debajo del grado inferior y no son nada adecuados para venta online como productos regulares o marcados con taras. El empaquetado en estos artículos se encuentra más o menos destruido y se puede abrir. Incluso así, en este grado el contenido del product ha de estar todavía en perfecto estado. Si se puede superar el shock de prescindir del embalaje, es una buena manera de obtener artículos a un precio con descuento. A menudo este tipo de productos se ofertan con una justificación de su bajada de precio basada en esa condición.

Iniciación en el arte de proteger un producto

Tener un producto nuevo o no tenerlo, esa es la cuestión.

El embalaje es un arte que requiere constancia y adaptación al tipo de producto. Toda precaución es poca considerando que el transporte asignado puede realizar estragos en el paquete y que se trata de un artículo coleccionable. Las bolsas de aire, el acolchamiento con burbujas o el doble embalaje ayudarán a proteger los productos que quedan presionados contra los laterales y las peligrosas esquinas. Sin embargo, todavía es importante tener en cuenta la compresión superior sobre los paquetes que pueden producir abolladuras sobre las cajas con ventana o blister-cards durante su transporte.

Los almacenes han de estar limpios, organizados y con clima controlado. En relación a las condiciones ambientales, cuando algún producto queda expuesto a la radiación solar. la calidad de colores e intensidad del embalaje pierden su estado original; igualmente, la humedad ambiental afecta directamente a las arrugas de los envases de cartón. Todos esos factores son fundamentales para respetar el proceso de conservación y los pilares del mercado del coleccionismo.

Entrenamiento inadecuado para un transportista

Publicidad