En junio de 1991 se emitió el último episodio de la segunda temporada de Twin Peaks, dejando al público uno de los mayores cliffhangers de la historia de la TV: ¿qué habría sucedido con Cooper? 26 años se pasaron desde entonces, y con el regreso de la serie se especuló mucho cuando ese personaje se presentaría de nuevo con sus obsesiones por el café y las tortas de cereza. Vino el primer episodio…el segundo…y entonces el tercero. Y el décimo quinto. No es nada. En ese momento Dale Cooper ya era Dougie Jones, y de una forma bastante subversiva, Lynch y Frost sacaron de la serie a su principal personaje. Y lo más notable: nos apasionamos por aquel tipo que sólo repetía las últimas palabras dichas en una conversación. Twin Peaks hizo que el fan que esperó y teorizó en esos 26 años fuera conquistado nuevamente, pero sin apelación única y exclusivamente a la nostalgia, sino por una historia aún más expansiva, explorando elementos que en temporadas pasadas eran apenas citados o poco desarrollados. Lynch y Frost crearon su propio universo y Twin Peaks siempre fue el centro de todo. Pero en ese retorno, simplemente dejan la ciudad al margen de la historia, y sus habitantes transitan entre los episodios como un recuerdo que viene y va. Y es por eso que tenemos una serie que no encaja en ningún formato, su grandiosidad está por encima de lo que tenemos hoy en televisión. Pero eso ni de lejos significa olvidarlos por completo: el episodio de despedida de Margaret Lanterman es de una delicadeza y respeto a la memoria no sólo de la actriz, que se fue antes del estreno de ese retorno, sino también del propio personaje. Twin Peaks hizo de la lucha del bien contra el mal una gran historia, llena de elementos fantásticos y humanos. Las copias y los demonios se mezclan con la rutina de una pareja y las desavenencias entre madre e hija. Es una mezcla casi improbable, pero tan bien ejecutada que asusta. David Lynch y Mark Frost tienen el total control de lo que se pone en pantalla, y esa seguridad de lo que quiere contar, permite que Twin Peaks tenga su propio tiempo, y al fin de cuentas, dé a los fans lo que tanto quieren, pero no cuando ellos quieren. El regreso de Cooper es una escena simple pero envuelta por el sendero de Angelo Badalamenti que arrojó al fan nostálgico de vuelta a 1991 y entregó a una escena histórica. Pero a pesar de ser exactamente eso lo que todos esperaban, quedó aquel clima de despedida al ver que Dougie era quien se iba. En un episodio doble, Twin Peaks se despide después de 18 impecables episodios. No fue un blockbuster, mucho menos hizo que millones de personas se descabellaran por una teoría, pero es sin menor sombra de duda una de las grandes obras de 2017. Twin Peaks (1990) Twin Peaks #3 Season — Productos sobre Twin Peaks en la tienda Publicidad