Mientras caminaba por una tienda de arte, Donald Levine, vicepresidente y director de marketing y desarrollo de Hasbro, observó un maniquí de madera articulado (utilizados en la creación de dibujos) y tuvo la idea de desarrollar en su empresa un muñeco articulable, de casi 30 cm, con 21 puntos móviles, de la cabeza a los pies.
Hasta entonces, los soldados de plástico eran los juguetes favoritos de los niños y Hasbro evolucionó su concepto con figuras de acción llamadas G. I. Joe, una apuesta más que segura por parte de la compañía.
Cuando la figura llegó al mercado en 1964 fue un gran éxito. Al principio había cuatro figuras en diferentes cajas, que venía con uniformes básicos, botas, gorra y una etiqueta pegada al cuello. Cada figura representaba una rama de los militares: el soldado, el marinero, el piloto y el marine. A partir de ahí surgió, por primera vez, el término ‘action figure’, para abarcar todos esos muñecos articulados.
Esta primera línea de G. I. Joe estaba en escala 1/6 (unos 30 cm) y tenía una cicatriz en la mejilla derecha de cada muñeco. La cicatriz se ha convertido en una marca entre los niños, pero su verdadero propósito era impedir que otras empresas copiasen el elenco de muñecos.
El nombre de GI Joe vino inspirado por una película de guerra de los años 40 llamada The Story of G. I. Joe, que a su vez procedía de un acrónimo estampado en todas las cajas con mercancía que eran del gobierno (Government Issue – Asuntos de Gobierno).
En el momento de la Segunda Guerra Mundial, para demostrar que el ‘soldado’ era como un objeto del gobierno (su vida y todo lo demás pertenece al país), los sargento pasaron a llamar a sus subordinados de G. I. Joe. El apelativo Joe corresponde a la latinización José, que es el apellido dado a alguien de quien no se conoce su verdadero nombre.
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