
Los Funkos han pasado de ser simples figuras de vinilo a convertirse en un fenómeno cultural que ha conquistado a coleccionistas de todas las edades. Pero, ¿qué hace que estas pequeñas figuras sean tan irresistibles?
La historia de Funko comienza en 1998 en un garaje en Snohomish, Washington. Mike Becker, un apasionado del coleccionismo, fundó la empresa con la idea de crear figuras retro de bajo costo inspiradas en la cultura pop. Su primer gran éxito fue una figura de la mascota de los restaurantes Big Boy, que marcó el inicio de lo que hoy conocemos como Funko Pop.
El diseño único de los Funkos
Lo que distingue a los Funkos es su diseño característico: cabezas grandes, cuerpos pequeños y ojos negros sin expresión. Este estilo, inspirado en el concepto japonés «chibi», les da un aire adorable y coleccionable. Además, Funko ha logrado licenciar una amplia variedad de personajes de películas, series, cómics y videojuegos, lo que permite a los fans encontrar figuras de casi cualquier franquicia.
La cultura del coleccionismo en España

En España, el coleccionismo de Funkos ha crecido significativamente en los últimos años. Desde tiendas especializadas hasta comunidades en línea, los coleccionistas comparten su pasión y conocimientos sobre estas figuras. Algunos coleccionistas han logrado reunir cientos de Funkos, convirtiendo su afición en una verdadera pasión .
Para muchos, coleccionar Funkos es una forma de conectar con sus personajes favoritos y revivir momentos especiales. Cada figura representa una parte de su identidad y aficiones. Además, el hecho de que algunas figuras sean limitadas o exclusivas aumenta su atractivo, ya que poseen un valor añadido para los coleccionistas .
En resumen, los Funkos han logrado capturar la esencia de la cultura pop y ofrecer a los coleccionistas una forma tangible de expresar su pasión por sus personajes favoritos. Ya sea por nostalgia, estética o exclusividad, coleccionar Funkos se ha convertido en una afición que sigue creciendo en popularidad.