
Hay figuras que se compran como piezas McFarlane y acaban siendo baratijas que se desvisten al tacto: engañar a coleccionistas con el “todo incluido” de DC Multiverse o Spawn es un arte del que vale la pena estar alerta.
Si te preguntas cómo saber si tu McFarlane es original, esa pregunta se desliza bien en la historia de fondo: desde la caja al muñeco mismo, cada detalle cuenta. Hay quien lo descubre porque la caja llegó sin sello, otros se dan cuenta al notar que la cara no tiene ni la mitad del detalle que deberían. Vamos por partes, contadas como quien enseña un viejo ejemplar: con experiencia, sin aburrir.
Las falsificaciones más comunes suelen aparecer en productos recientes: Death Metal Batman en bolsa de plástico sin blister, Arkham Asylum Batman sin capa o en colores extraños, “Frankenfiguras” armadas con partes de muñecos knock-off mezcladas que se venden como si fueran originales. Varios coleccionistas reportan encontrarlas incluso en AliExpress o subastas extrañas o incluso Wallapoperos.
McFarlane Toys a examen de falsificaciones
Primero mira la caja. Los originales de McFarlane vienen con blisters perfectamente ajustados. El plástico es cristalino, sin burbujas, arañazos ni marcas de pegamento o cinta visible. Si el sello tiene cortes irregulares o restos de pegamento, es una mala señal (los oficiales usan perforación limpia, no pegotes desagradables con pinta líquida amorfa). Estudiá las líneas entre colores y el logo de DC bien impreso; si se ve borroso o mal alineado, habla de falta de control de calidad.
Cuando abras la figura, examina el pintado. Las versiones auténticas tienen un acabado liso, con las líneas entre tonos bien definidas. Las falsificaciones suelen mostrar pintura corrida, manchas, zonas borroneadas o despintadas. Luego toca la escultura: si notas detalles blandos, superficies lisas donde debería haber textura, exceso de rebabas plásticas (“flash”) o líneas de molde marcadas, probablemente sea un KO. McFarlane pule los moldes con precisión; cualquier aspereza o acabado tosco es sospechoso.

Las articulaciones son otro termómetro: las originales ajustan firme, giran sin crujir y no quedan flojas ni tambaleantes. En las falsas, los giros son rígidos o excesivamente sueltos, y las piezas encajan con holgura sin firmeza.
Marcas y logos también aportan pistas. Un McFarlane auténtico lleva el logo de DC, la marca registrada y el año moldeados o impresos con nitidez. Si el sello parece estampado a mano, está mal alineado o es imposible de identificar, merece duda.
La textura del plástico puede delatarlo: los originales usan plásticos rígidos, secos y firmes, sin la viscosidad o sensación gomosa típica de producciones de baja calidad. Un truco sencillo: busca huellas dactilares, restos de aceite o polvo pegajoso sobre la pintura. En fábricas oficiales casi no hay huellas humanas sobre las figuras, mientras que las réplicas las muestran porque los operarios no usan guantes.
Por supuesto, el precio es un factor. Si cuesta una miseria respecto al rango de mercado (lo que se ve en eBay o grupos especializados), hay que encender la alarma. Puede haber ofertas verdaderas, pero las gangas exageradas suelen terminar en decepción. Investiga el precio medio, cómo se vendieron versiones anteriores y si hay una exclusividad que explicaría la diferencia.
Todo esto son señales que marcan si el objeto respira calidad o solo intenta hacerse pasar por un McFarlane. ¿Pero qué hacer si aún tenés dudas? Compará tu figura con fotos de fuentes confiables, reseñas detalladas o foros de coleccionistas. El subreddit r/McFarlaneFigures tiene debates sobre algunos KO como el Death Metal Batman que vino sin blister o en colores extraños. Encontrás a alguien con fotos de su figura auténtica, y podés enfrentarla con la tuya.

También salta la pregunta: ¿qué pasa con las variantes oficiales o los chase figures? McFarlane a veces saca variantes, como ediciones Gold Label o exclusivas de tiendas, y esas pueden lucir diferentes sin ser falsas. Si tu figura tiene diferencias sutiles en pintura o accesorio, puede ser perfectamente legítima. Las chase figures a veces llevan colores distintos o piezas adicionales; lo que importa es verificar que estén reconocidas por fuentes oficiales o reseñas especializadas.
Y claro, surgen estas preguntas: ¿tu figura vino suelta o en blister? Si solo compraste el muñeco, ¿cómo sabes qué colores debería tener originalmente? ¿Hay una versión variante o salió una reedición con moldes nuevos? Analizar la historia de ese personaje, año de lanzamiento, qué tiendas lo distribuyeron y qué variantes se reconocen puede iluminar mucho. Imagina que estás frente a un Black Label dorado que en realidad era exclusivo de Target y aparece en Amazon global: sospecha.
Al final, confiar no es cuestión de fe sino de comparar: estética, calidad, tecnología y contexto. De no creer solo al precio, sino a los materiales, al detalle y al control de calidad que siempre ha sido parte de la historia de McFarlane desde Spawn a la línea DC Multiverse.
¿Y si descubrís que es fake? No lo tires, sirve como referencia para entender mejor las diferencias y educar a otros. Y en esa comparación nace la próxima historia que vas a contar.